CATEGORÍAS DE PRODUCTOS
FILTRAR POR PRECIO
, 0 - 0
filtros aplicados

Retales

0

0

REF-

EAN-

Un espectáculo de DANZA-TEATRO para toda la familia. Recomendado especialmente para niños y niñas a partir de 4 años. Espectáculo de danza teatro, con coreografía y dirección de Claudia Moreso de MONS DANZA, NATS NUS.

Un espectáculo para público infantil y familiar.

Recomendado especialmente para niños y niñas a partir de 4 años.

Espectáculo de danza teatro, con coreografía y dirección de Claudia Moreso de MONS DANZA, NATS NUS.

Un espectáculo muy divertido, cargado de plasticidad y con su dosis de ternura.

Un espectáculo ideal para iniciar l a los más pequeños al gusto por la danza.

Espectáculo estrenado el día 19 de octubre de 2017 en el Centro Municipal Gijón Sur de Gijón – Asturias. Dentro de la programación de DANZA-XIXON

Este espectáculo dispone de Guía didáctica dirigida al profesorado para funciones escolares – solicitar a la compañía.

Un sastre antipático.

Un aprendiz inquieto.

Entre diseños, telas, juegos y costuras el joven inundará el sombrío taller con su espíritu soñador convirtiéndolo en un lugar de fantasía, creatividad y diversión.

Dirección: Claudia Moreso y Laura Iglesia

Coreografía: Claudia Moreso y Pablo Dávila

Bailarín: Pablo Dávila / Tono Ferriol

Actor: Carlos Dávila

Música original: Mario Viñuela

Espacio escénico: Higiénico Papel Teatro

Adecuación escenográfica y atrezzo: Josuñe Cañas

Vestuario: Azucena Rico

Iluminación: Carlos Dávila

Fotografía: Xuan Costales

Producción: Higiénico Papel Teatro

EL PEQUEÑO ESPECTADOR, Revista de teatro y artes escénicas para bebés, niños y adolescentes.

En el escenario, un biombo de época con varios vestidos, abrigos y guardapolvos, una mesa antigua de madera, dos maniquíes y un perchero sobre el que cuelgan perchas llenas de ropa. Así presentan los asturianos Higiénico Papel Teatro, su obra Retales.

Estamos ante una mezcla de teatro y danza, con un hilo argumental sencillo y lleno de matices, sin voz alguna y donde las piezas de danza se suceden de manera armoniosa e integrada.

Nuestro primer gran personaje es un sastre de pelo cano que aparece en escena algo enfadado, cabizbajo, como hablando solo, preocupado… Representa, sin duda, la edad oscura de la razón. Al momento llega alguien distinto, un joven y arrollador aprendiz de sastre; de espíritu inquieto, juguetón, divertido… El pequeño espectador, o al menos, el de cinco o seis años en adelante, se sentirá desde el primer momento identificado con él. La lucha del sastre por hacer del aprendiz un hombre serio y correcto ha empezado.

Estos, los personajes reales, no están solos, pues los retales, la ropa, las bobinas de hilo, la planchas de vapor, la máquina de coser y la  escoba tienen entidad propia. Se danza con ellas, se transforman en mares, en mariposas, en medusas, en pájaros y en peces… Sensuales mujeres caribeñas bailan en el escenario para disfrute de nuestro sastre y los percheros se transmutan en una divertida fila india de personas que arranca la sonrisa de todos.

Y es que todos, grandes y pequeños, y más pequeños aún, mantienen la atención, la ilusión y la impresión de estar viviendo un momento mágico dentro del teatro. Es, en ese sentido, una obra  directa a nuestro corazón y que produce el esbozo de una suave sonrisa a los espectadores, como quien sabe que está viviendo un momento inolvidable.

Con un gran talento para mantener la atención centrada en la obra de los pequeños espectadores, con piezas de danza de una gran belleza y con una sucesión de las mismas teniendo en cuenta la mente del niño y cargadas, a su vez, de contenidos y sentimientos, podemos decir que la obra Retales respira belleza, creatividad y buen hacer por los cuatro costados. Con momentos para la sonrisa y para la risa y con un hilo argumental que nos invita a nosotros los adultos a dejarnos llevar por la alegría de los más jóvenes y a biodanzar en favor del entendimiento intergeneracional.

Si los directores pretendían provocar impresiones y sensaciones en los espectadores lo han conseguido. Para mi pequeño espectador de seis años fue lo mejor del fin de semana, junto con la visita a cascadas renacidas tras las últimas lluvias y estar con sus primas.

Por Patricia García 19 de octubre, 2018